En la puerta de mi casa vestido de blanco, bajo la mirada atenta de mi santa madre.
Playa incógnita. Pudiera ser El Rincón de la Victoria
Yo soy el del vestidito blanco del centro
¿Porqué hablar claro?
Porque no debemos dejarnos engañar. Porque hay que llamar a las cosas por su nombre. Porque los políticos no nos convencen. Porque médicos, abogados, arquitectos... no hablan claro. Porque tenemos un idioma casi perfecto. Porque nos gustan las cosas claras y el chocolate espeso.